Día de la madre y equidad de género.
El 10 de mayo es una de las fechas más importantes en México. Las empresas otorgan medio día libre a las madres, las calles se paralizan de tráfico, los restaurantes se llenan, los centros comerciales agotan sus mercancías y las flores triplican su costo para rendir culto a la madre.
La pandemia representa un reto muy grande para la sociedad en general y a medida que nos fuimos adaptando a esa normalidad, cada quien desarrollo herramientas personales para hacerse cargo del impacto psicológico del encierro, las nuevas normas de convivencia a distancia y el trabajo desde casa. Sin embargo, estudios indican un importante crecimiento en el número de violencia de género en el hogar, durante el encierro. El sector más vulnerable ha sido nuevamente, las mujeres.
Resulta irónico que un país como el nuestro que se define primero Guadalupano antes que Mexicano y que rinda un culto exacerbado a la energía femenina, sea un país tan violento con las mujeres. Algo no estamos haciendo bien como sociedad si ese amor no se refleja en el día a día, si no representa igualdad de responsabilidades domésticas con la pareja, si no es equitativo el tiempo que se invierte al cuidado y educación de los hijos, y si las empresas además de regalar flores y medios días no ofrecen igualdad de oportunidades dentro de la compañía a hombres y mujeres. Es tiempo de reflexión, de hacer a un lado la simulación para comprometerse con la equidad de género.
Celebrar la maternidad es una labor cotidiana, que sólo podremos enaltecer con un esfuerzo diario de equidad, responsabilidad compartida y respeto.