#PorSamuelPorMexico
Más allá de la admiración y el aprecio que sentíamos por él como director y colega, Samuel Ríos y Valles fue un amigo para todos los que lo conocimos en el medio. Apacible, sencillo y bondadoso, no había una sola alma que no tuviera algo bueno que decir de él, una anécdota divertida, un recuerdo entrañable.
La noticia de su muerte fue un golpe terrible, que se maximiza si se toma en cuenta la violencia que rodea a México. Envalentonados por el clima de impunidad que se respira en el país, un par de delincuentes le arrebataron la vida, ignorando que extinguían la flama de un artista visionario y dejando en el desconcierto absoluto a su pareja, a sus padres y a los que fuimos sus amigos.